La campana de Huesca: 09

Capítulo VIII 09 Pág. 09 de 35 La campana de Huesca Antonio Cánovas del Castillo Que no merece leerse por otra cosa sino porque desata y esclarece algunos nudos y oscuridades que dejan en sí los precedentes Por fuerza cuasi le sacaron del monasterio, que salir él no quería, ni desabrigarse de su hábito. (Fray Gauberto Fabricio de Vagad: Crónica de Reyes aragoneses.) Pasó la noche de aquel día en que hubo lugar la coronación del rey don Ramiro, con notable sosiego y silencio, lo mismo en el Rabalgerit o barrio de los judíos, que en el de San Martín o morería, y en toda la grande y populosa ciudad de Huesca. Los honrados burgueses descansaron del placer del día, que más que nada cansan los placeres en este mundo; y de la muchedumbre de forasteros que al gran rumor de las fiestas había acudido a Huesca, muchos fueron los idos en el punto en que se acabaron las luminarias y el sarao del alcázar, y otros se prepararon, con el reposo de la...

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