La campana de Huesca: 22

Capítulo XXI 22 Pág. 22 de 35 La campana de Huesca Antonio Cánovas del Castillo Donde se ve que el cronista no echaba en olvido las cosas de la nobilísima ciudad de Huescas Quantos la ir assi viren grand piadad’ ende auian e muy más polo mennino a que todos ben querían; e yan con ela gentes. Cherando miuto changian. (Romance de San Fernando) Natural era, dice ahora aquí el mozárabe, que fuere ocasión de grandísimo alboroto y ruido, en el alcázar de los reyes de Aragón, la falta del prisionero don Ramiro, y más viendo cadáveres a los guardas y forzadas las puertas, sin hallar rastro alguno ni indicio que denotase cómo y cuándo había podido ejecutarse tan arriesgada fuga. Al punto ardieron antorchas, relumbraron espadas, sonaron clarines, alzáronse pendones, y cundió la alarma por toda la ciudad y los lugares comarcanos. No hubo ricohombre de cuenta que no saliese con un numeroso escuadrón al campo, en demanda de los...

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