La campana de Huesca: 05
Capítulo IV 05
Pág. 05 de 35
La campana de Huesca
Antonio Cánovas del Castillo
Que por ser todo esperanzas y temores entretiene y no satisface al curioso lector
Calandrias y ruiseñores
que cantáis a la alborada,
llevad nueva a mis amores
como espero aquí sentada:
La medianoche es pasada
y no viene,
sabedme si otra amada
lo detiene.
(La Celestina)
En una de las torres del alcázar había un salón como partido en dos mitades por un amplio cortinaje de seda suspendido del techo y recogido de ordinario de entrambos lados. Cada una de las dos partes del salón suntuoso tenía una decoración diferente; pero ambas de estilo románico o bizantino. Graciosas galerías de arquitos, formadas con delgadas columnas de mármol, interrumpían, lo mismo en una que en otra parte, la desnudez de los altos muros. Dos grandes ventanas, a la sazón cerradas, se abrían en los extremos del salón, que iluminaban sólo entonces...
Está viendo el 3% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas