La de los tristes destinos : 16

La de los tristes destinos Capítulo XVI de Benito Pérez Galdós Con refinadas etiquetas y besuqueo de manos, la noble familia se despidió de la Reina y del heredero de la Corona. Por el camino y en su casa comentaron los Marqueses la visita, mostrándose agradecidos (ella principalmente) a la bondad de la Señora, y un tanto dudosos (él más que ella) del valor de las bandas y títulos con que la graciosa Majestad les obsequiaba. Divagó risueña y con un poquito de vanidad María Ignacia, pensando y diciendo que le gustaría para Pepito el título de Conde de Monreal, nombre de la inmensa propiedad que en aquel lugar de Navarra poseían. A todo contestaba Fajardo afirmativamente; que nada era para él tan grato como acomodarse a las ideas y gustos de su buena esposa. Con sus amigos, que nunca le faltaban; con la política y con los viajes aerostáticos de Confusio por los espacios de la Historia, pasó Beramendi muy entretenido los primeros meses del 67. La reunión de las...

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