La de los tristes destinos : 27

La de los tristes destinos Capítulo XXVII de Benito Pérez Galdós La primera diligencia de Nonell para sacar a Ibero de aquel mal paso, fue visitar a Clavería. El emigrado español y los amigos que con él vivían se inhibieron del asunto. Ni ellos ni Prim podían dirigirse al Cónsul en demanda de protección para un compatriota que, por cuestiones de naturaleza criminal, había de comparecer ante los tribunales... Era un grave compromiso. Aguantara Ibero su detención y la sentencia que le viniese después. ¿Quién le mandó emborracharse y meterse en líos? El primer deber de la emigración política es no faltar a la hospitalidad. Ibero había faltado, hiriendo a un súbdito inglés... Por último, no queriendo cerrarle los horizontes de salvación, dijeron a Nonell que viera con tal objeto a los señores Blanco Brothers en la City, para quienes el riojano trajo de París carta de recomendación y crédito. Pasaba el buen don Jesús las horas del día y parte de las de...

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