La de los tristes destinos : 13

La de los tristes destinos Capítulo XIII de Benito Pérez Galdós Retirose Novaliches; entregose Alfonso con delicia al placer de enseñar su Plaza de Toros a Tinito y a otro niño (hijo de un portero de damas) que había bajado antes, y Pepe Fajardo pasó con su amigo Morphy a Mayordomía, donde el gentilhombre de guardia tenía que anotar sus observaciones. Tuvo, pues, el hombre la mejor coyuntura para hojear el registro y conocer en sus menores detalles la vida, los estudios, conducta, indisposiciones del Príncipe de Asturias, y el tratamiento físico y mental que a su salud y educación se aplicaba. El libro, destinado sin duda a documentar una parte esencialísima de la Historia patria, resultaba de inmenso interés en su insípida y deslavazada literatura. Beramendi leyó: «1º de Octubre.- Su Alteza Real ha almorzado a las doce de la mañana. A la una ha dado la lección de ejercicios, hasta las dos menos diez minutos; a las dos dio la lección de Escritura con el...

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