La de los tristes destinos : 19

La de los tristes destinos Capítulo XIX de Benito Pérez Galdós Algunas docenas de casas míseras, formando callejuelas y una irregular plaza, componían el lugar de Linás de Mascuello, a la falda de un cerro, del conglomerado rojo que tanto abunda en tierras de Aragón. Frente al pueblo, por la parte contraria al monte, había eras extensas; seguían terrenos cercados de frágiles tapias de adobes, entre las cuales una o dos callejas comunicaban el lugar con el camino de Ayerbe. Por estas callejas tenía que entrar forzosamente Manso de Zúñiga. Moriones, que en el escalafón del Ejército no era más que Capitán, tenía título y autoridad de Coronel en las falanges de la emigración revolucionaria. Al frente de los sublevados aragoneses apareció vestido de paisano, con chaquetón parduzco, sombrerillo blando, el ala inclinada por delante al modo de visera, sin ninguna insignia ni distintivo militar, sin armas a la vista. Era un hombre duro, seco, voluntarioso, fruto de...

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