La de los tristes destinos : 20

La de los tristes destinos Capítulo XX de Benito Pérez Galdós «Ausente tú, yo no sabía qué hacer... Sola, nada se me ocurre que no sea referente a ti... '¿Pues qué haré que sea por él y para él, que sea también para mí?'. Pensando en esto, se me ocurrió ir yo a la prueba. Hablé de esto largamente con María, y un día las dos a un tiempo dijimos: 'Vámonos a Lourdes'. Te advierto que ya María estaba enterada del sitio a donde habíamos de dirigirnos para la prueba. Tiene en Lourdes una prima bien acomodada y santurrona, Berta Richard, viuda sin hijos, que es en aquel pueblo persona principal, dueña de una fábrica de pañuelos que fundó su marido... Pues por esta señora sabíamos que tu niña zangolotina vivía en una casa religiosa, mixtura de convento y colegio. Hay allí unas Hermanas con tocas y manto negro, que educan niñas. Llevan un nombre que no recuerdo bien, Madamas Cristianas o algo así... Dicen que son unas santas; pero de esto nada puedo...

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