Dos mujeres: 19

Capítulo XVIII 19 Pág. 19 de 34 Dos mujeres Gertrudis Gómez de Avellaneda Nadie, excepto Elvira, tenía conocimiento en Madrid de la partida de la condesa y de Carlos, y de la vuelta de ambos. La misma Elvira no estaba perfectamente instruida de las circunstancias particulares de aquel repentino viaje y de aquella repentina vuelta; pero no era ya solamente ella la que conocía el amor de Catalina. De vuelta a Madrid presentose con Carlos en teatros y paseos, sin hacer misterio de su afición. Aquella mujer extremada en todo y orgullosa hasta el punto de creerse con fuerzas bastantes para dominar o despreciar la opinión, no había sabido nunca, ni acaso había querido saber el arte del disimulo; y Carlos estaba demasiado aturdido todavía de su propia derrota para poder pensar en las conveniencias sociales. El gran paso para él estaba ya dado. Había ofrecido y aceptado un amor culpable; había faltado en su corazón a sus severos principios de virtud; había...

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