Dos mujeres: 22

Capítulo XXI 22 Pág. 22 de 34 Dos mujeres Gertrudis Gómez de Avellaneda Era el 6 de julio. La mañana había sido calurosa y la tarde no lo era menos. Por consiguiente, apresurábanse las personas elegantes de Madrid a ir a tomar el polvo del Prado, diciendo que tomaban el fresco. Los coches formaban una larga hilera y en el salón lucíanse las perfumadas cabezas, cubiertas de trasparentes velos y los ligeros talles y los pulidos pies, pues entonces, era el año 1819, aún no habíamos adoptado la exótica moda de los vestidos arrastrando. En un ligero carruaje, e forma no común en España en aquella época, aparecieron ya cerca de anochecer la condesa de S.*** y su amiga Elvira de Sotomayor. Más de dos meses hacía que no se las veía en ningún paraje público. -¿Quiénes son ésas? -preguntaba una marquesa a otra gran señora que iba con ella en su coche. -Si no me engaño, la condesa de S.*** y su inseparable. -¡Hola!, ¿vuele a darse a la luz la...

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