Dos mujeres: 10

Capítulo IX 10 Pág. 10 de 34 Dos mujeres Gertrudis Gómez de Avellaneda El día del cumpleaños de Elvira Carlos fue advertido de que comería con ellos la condesa, y, aunque de manera alguna le fuese lisonjero el aviso, fue exacto en acudir a la hora señalada. Encontró a las dos amigas solas en el gabinete de Elvira, y vista a la luz del día Catalina, con un sencillo y elegante traje de alepín oscuro, y sin más adorno en la cabeza que los profusos rizos de sus negros cabellos, le pareció más bonita que con todas sus galas de baile. Carlos, aunque al principio algo embarazado, no tardó en sentir la influencia del trato fácil y franco de la condesa, que, sin hacer estudio para conducir a la confianza, parecía inspirarla involuntariamente. Durante la comida, y después de ella, supo Catalina mantener una conversación tan variada como entretenida, y Carlos se admiró de no encontrar en nada de cuanto decía, ni la pedantesca pretensión de una mujer...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información