Grito de gloria& 160;: 2de Eduardo Acevedo Díaz Si en estas comarcas se hab& 237;a cesado de combatir, en otras de Am& 233;rica la batalla continuaba, encarnizada y terrible, en la prueba del ...
Ismael& 160;: 10de Eduardo Acevedo Díaz Ismael Velarde era un gauchito sin hogar.La existencia azarosa, en medio de cuyos conflictos lo presentamos, no fue sin embargo la de sus primeros a& 241;os de ...
Brenda& 160;: 3La losa negrade Eduardo Acevedo Díaz El dos de noviembre fue un d& 237;a hermoso y apacible. La afluencia considerable de gente que llenaba por completo las anchas aceras de la calle ...
Grito de gloria& 160;: 14de Eduardo Acevedo Díaz Una ma& 241;ana, muy temprano, Guadalupe dirigiose presurosa a la pescader& 237;a del norte en busca de pescadillas de rey; ...
Ismael& 160;: 19de Eduardo Acevedo Díaz Ismael alarg& 243; las manos temblorosas, y empez& 243; a tantear. Ella dej& 243; hacer. Mirole y sonriole, con los ojos ...
Ismael& 160;: 11de Eduardo Acevedo Díaz Esto contaba una tradici& 243;n muy fresca del hogar. Mas, ese ejemplo de fidelidad a la monarqu& 237;a por parte de uno de sus abuelos, no privaba a ...
Brenda& 160;: 12La pieza de m& 233;ritode Eduardo Acevedo Díaz El extra& 241;o edificio a que se acercara Ra& 250;l, era la choza de Zambique, en terreno de Nerva.El viejo negro se ...
Brenda& 160;: 11Zambiquede Eduardo Acevedo Díaz En la parte este de la quinta de Nerva se alzaba una especie de choza africana, de forma c& 243;nica y paredes de adobe, ...
Grito de gloria& 160;: 32de Eduardo Acevedo Díaz El desorden en la l& 237;nea del centro, y sus episodios, s& 243;lo hab& 237;an durado algunos minutos. ...
El Príncipe y el mendigoCapítulo XXXILa procesión del Reconocimientode Mark Twain Cuando Tom Canty despertó a la mañana siguiente el ambiente vibraba con un murmullo atronador, que se extendía en ...
Brenda& 160;: 18Un secreto de Arebade Eduardo Acevedo Díaz En el sal& 243;n de recibo alhajado con elegancia, de una hermosa casa situada en la calle de Ituzaing& 243;, a las dos de un d& ...
Brenda& 160;: 41Conclusi& 243;nde Eduardo Acevedo Díaz Pocos d& 237;as despu& 233;s de esta escena, en una capilla solitaria de elegante arquitectura que se eleva con sus fugaces ...
Grito de gloria& 160;: 29de Eduardo Acevedo Díaz La vida de campamento no era tampoco sosegada como al principio, y desde alg& 250;n tiempo atr& 225;s se ven& 237;a ...
Juan Moreira La pendiente del crimende Eduardo Gutiérrez Moreira cayó al partido de Navarro, donde debía encontrar algún refugio, por los antecedentes buenos que allí había dejado en otras épocas ...
Brenda& 160;: 21En el bailede Eduardo Acevedo Díaz En la noche del lunes, los elegantes salones de la casa-quinta del se& 241;or Samuel Stewart, en el camino de la Agraciada, daban ...
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