Ismael : 11

Ismael : 11 de Eduardo Acevedo Díaz Esto contaba una tradición muy fresca del hogar. Mas, ese ejemplo de fidelidad a la monarquía por parte de uno de sus abuelos, no privaba a Felisa, de seguir sus impulsos de criolla y de ser ella misma como hemos dicho, un producto indígena o engendro del clima. También estaba en el rango de los tupamaros. Tenía un genio un poco bullicioso, con sus barruntos de insubordinada y de altanera. Se había hecho mujer en el campo, y no conocía otra sociedad que la de los ganaderos y gente cerril. Verdadera fruta del país, era un tipo correcto de la criolla en los tiempos del gusto colonial. Las monotonías naturales del campo, estaban lejos de serlo para ella; la vida dentro del recinto fortificado, entre ruidos de tambores y clarines, movimientos de batallones y estruendos de artillería, cual si palpitase siempre en el aire el germen de la guerra, antojábasele que era vida de prisión o de...

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