Brenda& 160;: 27Los recuerdos de Diego Lampode Eduardo Acevedo Díaz Al otro d& 237;a, por la ma& 241;ana, la se& 241;orita de Linares encontr& 225;base en su gabinete de labor, ...
Grito de gloria& 160;: 18de Eduardo Acevedo Díaz Ya en el vivac, que estaba cerca del ca& 241;ad& 243;n y de una isleta de sauquillos, Luis Mar& 237;a not& ...
Grito de gloria& 160;: 35de Eduardo Acevedo Díaz Volviendo una tarde de aquel sitio, vio que de la colina del frente bajaba un carret& 243;n conducido por dos hombres.El veh& ...
... La placentera holganza en que viv& 237;an los individuos de la secci& 243;n o mesa de que era jefe el Sr. D. Eduardo Oliv& 225;n e Iznardi tuvo su t& 233;rmino, que si no hay mal que cien a& 241 ...
Grito de gloria& 160;: 17de Eduardo Acevedo Díaz Una parte de las tropas hab& 237;a salido de la ciudadela; la otra pas& 243; por el port& 243;n de San Pedro, ...
Ismael& 160;: 2de Eduardo Acevedo Díaz En la & 233;poca a que nos referimos, Montevideo, de ochenta y dos a& 241;os de fundaci& 243;n, y once mil moradores dentro de murallas, era gobernada por ...
Ismael& 160;: 8de Eduardo Acevedo Díaz Ca& 237;a una tarde de Febrero del a& 241;o 1811, cuando trasponiendo los oteros y collados que ondulan a las m& 225;rgenes del ...
Ismael& 160;: 29de Eduardo Acevedo Díaz El regreso de su excursi& 243;n, fue cuando Ismael y su amigo se vieron atacados y perseguidos por una partida avanzada del Preboste, cayendo ...
column-content);A flor de pielAntonio de Hoyos y VinentA fuego lentoEmilio BobadillaA los pies de VenusVicente Blasco IbáñezA pruebaFelipe TrigoA secreto agravio, secreta venganzaPedro Calderón de ...
Ismael& 160;: 34de Eduardo Acevedo Díaz En tanto ocurr& 237;an estos hechos en la zona del levante, hacia el centro del pa& 237;s tomaba proporciones el hervor ...
Juan Moreira La vuelta al hogarde Eduardo Gutiérrez ¡Qué conmoción poderosa agitó el corazón de aquel hombre cuando vio las primeras casas de su pueblo Cómo aspiraron sus pulmones aquel aire con ...
Brenda& 160;: 20La hiel del pecadode Eduardo Acevedo Díaz Zelmar Bafil hab& 237;a estado varias veces en la solitaria casa de la ribera, que serv& 237;a de refugio a Cantarela, ...
Grito de gloria& 160;: 10de Eduardo Acevedo Díaz Muy temprano, Luis Mar& 237;a estir& 243; sus miembros, arreglose las ropas y fuese a la orilla del r& 237;o. ...
Periodista y escritor argentino. Nació en Buenos Aires el 29 de mayo de 1957. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires. Comenzó su carrera periodística en 1973 en el diario ...
Grito de gloria& 160;: 20de Eduardo Acevedo Díaz Llegaron al campo sin novedad alguna en su trayecto, despu& 233;s de un galope de media legua. All& 237; se informaron de la ...
Capítulo IV& 160;04Pág. 04 de 21En la carrera- Primera parteFelipe TrigoA pesar de todo, con la Burra hallaba su triste corazón la mayor comunidad de sentimientos. Luis, que en el grado fue su ...
La Primera República Capítulo XI de Benito Pérez Galdós Desorientado anduve algunos días, sin que mis investigaciones me dieran la luz que deseaba. Envuelta en tinieblas permanecía la dama incógnita ...
IntroducciónA MEDIADOS del otoño de 1922, Einstein, acompañado de su esposa, Elsa, se embarca en Marsella con destino al Japón. El viaje, que respondía a una invitación hecha por diversas ...
De Cartago a Sagunto& 160;: 9de Benito Pérez Galdós El rayo corri& 243; por toda la Sala en menos de un segundo, levantando a muchos de sus asientos, y oy& 233;ronse estas voces: & 171;& 161;Nunca ...
Grito de gloria& 160;: 15de Eduardo Acevedo Díaz El hueco de la Cruz, hacia el mediod& 237;a, era un sitio despejado a cuyos flancos culebreaban tortuosas callejuelas orilladas de edificios ...
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