De Cartago a Sagunto : 9

De Cartago a Sagunto : 9 de Benito Pérez Galdós El rayo corrió por toda la Sala en menos de un segundo, levantando a muchos de sus asientos, y oyéronse estas voces: «¡Nunca!, ¡nunca!». Pareciome que en aquella fracción de segundo los pupitres, los divanes, los candelabros, las luces de gas, las pinturas y adornos, los nombres grabados en las lápidas conmemorativas y hasta los mudos maceros gritaban también ¡Nunca! Tratando de imponer silencio, Salmerón prosiguió así: «¡Orden, señores diputados! La calma y la serenidad no deben apartarse de los ánimos fuertes en circunstancias como ésta... Me ha dicho el Capitán General que si no se desaloja el Congreso en plazo perentorio lo ocupará a viva fuerza... Yo creo que es lo primero y lo que de todo punto procede...». Espantoso tumulto ahogó la voz del orador. Algunos vociferaban: «¡Esto es una indignidad, una...

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