La vuelta al mundo en la Numancia : 04

La vuelta al mundo en la Numancia Capítulo IV de Benito Pérez Galdós Las desgracias del valeroso navegante, que tan furioso temporal corría tierra adentro, no tenían término ni alivio. Confinado con su familia en una estrecha y miserable celda del piso alto de la Casa de Postas, no hallaba medio de proseguir avante ni atrás en el viaje emprendido. Daba el aposento a un corredor que se extendía por dos lados del patio, y en el término de una de estas alas estaba la escalera. El blanqueo de las paredes dentro y fuera de la estancia no era reciente: la suciedad reinaba en todo el edificio, y los olores de cuadra y cubiles discurrían de un lado a otro como únicos inquilinos que allí sin estorbo moraban. Lo peor fue que cuando doña Esperanza, en aparente mejoría, se prestaba a pasar algún alimento, anocheció sosegada y amaneció en completo desbarajuste de sus facultades mentales, que ya venían de días atrás algo descaecidas. Debilitado por el no dormir y el no...

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