El Niño de Guzmán: 01

Capítulo I 01 Pág. 01 de 13 El Niño de Guzmán Emilia Pardo Bazán Frontera Al divisar desde lejos el río, cuya corriente separa la tierra francesa de la española, Pedro, de pechos en la ventanilla, experimentó extraordinario impulso de júbilo insensato, un rapto, un vértigo. Desde Bayona presentía la emoción, latente en el alma. ¡El momento de cruzar la frontera...! ¡España por fin!... Así y todo, se sorprendió de la violencia de aquel ímpetu, y procuró dominarse, pues le venían ganas de saltar del coche, de besar el suelo, de llorar y de reír, todo junto. El fresquecillo de la rauda columna de aire, mezclado con humo y partículas de carbón, que levanta el tren -aire que ya era español-, aumentó la excitación de Pedro. Género de embriaguez bien disculpable, tumulto de la sangre generosa en un cuerpo mozo y sano, robustecido por el deporte, no gastado por hábitos viciosos. Dimanaba de algo muy íntimo; de cosas pegadas al corazón....

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