El Niño de Guzmán: 05

Capítulo V 05 Pág. 05 de 13 El Niño de Guzmán Emilia Pardo Bazán La opinión de las trufas Al salir del hotel Colmenar y don Servando, el político de fuste y el agente subalterno, anverso y reverso de la medalla española, comentaron a su sabor, con libertad y malicia -según piadosa costumbre social-, no sólo la actitud de la pareja Lobatilla, sino el estado presente de la egregia casa donde acababan de refocilarse. Serían próximamente las tres y media, y a tales horas, en una ciudad como San Sebastián, no es fácil encontrar empleo al tiempo; pero Tranquilo, que no olvidaba los consejos de su médico Sánchez del Abrojo y tenía particular interés en conservarse como una manzana, propuso al gentilhombre un paseíto higiénico, cara a Miramar. Aceptó el palaciego, y pegaron la hebra, don Servando con optimistas apreciaciones, Colmenar con ensañamiento -lo cual se explica teniendo en cuenta que este último es dispépsico, y don Servando, con tal que...

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