... brazo roto, Boxtel se había vuelto hacia Rosa, ofreciendo a la joven, a cambio de los tres bulbos ... : El primer bulbo -Capítulo XVIII: El enamorado de Rosa -Capítulo XIX: La mujer y...
... asarán en cazolón con manteca, citrón y especias de olor... Pondrán aguardente y licor fino de rosa... en canecos de vidro... Todo esto será para envitar al novio Papo Acevedo, que llegó anoche... Da ...
... groseros. Y Alicia no le hablaba una vez sin ofenderle, sin echarle en cara su asqueroso lío con Rosa.Rosa era su idea fija. Si la hubieran dado un céntimo cada vez que pronunciaba su nombre, tendría ...
... poco en esas bellas holandesas, de tez rosa y seno blanco, ni en los Mynheer grasientos ... XVII: El primer bulbo -Capítulo XVIII: El enamorado de Rosa -Capítulo XIX: La mujer y la flor...
... & 237;amos la casa inmediata, y los franceses, posesionados s& 243;lo de parte de San Diego y de Santa Rosa, no pod& 237;an acercarse all& 237; con facilidad. -Por eso se cree -indic& 243; un cl& 233 ...
... m& 225;s delicado con tu charla imprudente.Pepa segu& 237;a escupiendo palos. El tallo de la rosa estaba reducido a la cuarta parte.-S& 237; soy yo muy mal educada -dijo con amarga iron& 237;a-. Adem ...
... amor se lo revela a otra, tal cosa sólo alivio ha de proporcionarle "Al oír estas palabras de su nodriza, Rosa-en-el-Cáliz dijo: "¡Oh nodriza ¿conoces un remedio para el amor?" La nodriza contestó ...
... sable Pero no..., ¡no traigas el sable ¡Con las muletas me basta y sobra para romperle la cabeza -Márchate, Rosa..., y no hagas caso; que éstas son chanzas del señor don Jorge...-expuso Angustias ...
... a noche y otras noches, ninguno había dejado de ir al cuarto... ¡Burra inclusive Y doña Rosa defendió a Cerrato, que protestaba... ¡Sólo Cerrato quedó incólume de culpas Poco después, en Candelas ...
... sacó con la punta de los dedos roja. Era que al abrazarla Lucía, se le clavó en el seno una espina de la rosa. Con su propio pañuelo secó Lucía la sangre, y de brazo las dos entraron en la sala. Lucía ...
... se penetró de su sentido, examinó la letra, que le pareció ser, sin género de duda, la de su hija Rosa-en-el-Cáliz.Al ver aquello, se levantó y fue en busca de su esposa, madre de la joven, llorando ...
... , como estrellas que rodean a la luna al salir de una nube. Se había perfumado con ámbar, almizcle y rosa, y su peinada cabellera brillaba bajo la seda que la cubría. Sus hombros admirables marcábanse ...
... re la boca de la inerte un rumor de besos ávidos, pequeños, únicamente sonoros como hojas de rosa al estallar. Besos que también llamaron luego en la boca de agonía a otros menudos besos de pétalo ...
... no había amado y ahora sí.Santa Rosa se levantó de su asiento y parándose delante de Teresa ... hija que tú...Y sin decir otra cosa, Santa Rosa, que era un actor consumado, salió...
... 191;y qu& 233; dir& 233; de aquellas elegant& 237;simas y suntuosas fiestas de Rosa la Naranjera, tan c& 233;lebres en toda la redondez de Madrid, que hay historiadores muy concienzudos que aseguran ...
... os niños. Sus pescadores duermen, sin ensueño, en la arena.En alta mar les sirve de brújula una rosa.El horizonte virgen de pañuelos heridosjunta los grandes vidrios del pez y de la luna. Una dura ...
... ;an t& 250;nicas azules que poco m& 225;s all& 225; tomaban matiz de rosa.Con el azul y rosado gent& 237;o se confundieron Fernanda y Vicente, sin que su presencia fuese advertida de aquellos seres di ...
... inscripción que había causado además un tremendo batacazo al maestro de escuela y tres días de flatos a Rosa Mística; pero que, en compensación, había hecho pasmar de admiración a don Modesto Guerrero ...
... Quintana, por carecer de aquella grand& 237;locua y solemne severidad, era D. Francisco Mart& 237;nez de la Rosa, reci& 233;n llegado entonces de Londres, y que no era c& 233;lebre todav& 237;a m& 225 ...
... mesa misma, y tratar de dormirse mientras velasen en el comedor la Burra y Luis, y Margot y doña Rosa en la cocina...Tal lo hizo. A Margot le dio el encargo de despertarle a las cinco para estudiar ...
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