Mendizábal& 160;: 12de Benito Pérez Galdós La placentera holganza en que viv& 237;an los individuos de la secci& 243;n o mesa de que era jefe el Sr. D. Eduardo Oliv& 225;n e Iznardi tuvo su t& 233; ...
Desembarco ante la Goleta (antigua Cartago). Tapiz de la «Conquista de Túnez», realizado en 1554 por Pannemaker, sobre cartones de Jean Verniay, por orden de Carlos V. Alcázar de Sevilla. ...
Grito de gloria& 160;: 17de Eduardo Acevedo Díaz Una parte de las tropas hab& 237;a salido de la ciudadela; la otra pas& 243; por el port& 243;n de San Pedro, uni& 233;ndose en la carretera del centro ...
Ismael& 160;: 2de Eduardo Acevedo Díaz En la & 233;poca a que nos referimos, Montevideo, de ochenta y dos a& 241;os de fundaci& 243;n, y once mil moradores dentro de murallas, era gobernada por D. ...
Ismael& 160;: 8de Eduardo Acevedo Díaz Ca& 237;a una tarde de Febrero del a& 241;o 1811, cuando trasponiendo los oteros y collados que ondulan a las m& 225;rgenes del R& 237;o Negro, a algunas leguas ...
Ismael& 160;: 29de Eduardo Acevedo Díaz El regreso de su excursi& 243;n, fue cuando Ismael y su amigo se vieron atacados y perseguidos por una partida avanzada del Preboste, cayendo prisionero Aldama ...
Ismael& 160;: 34de Eduardo Acevedo Díaz En tanto ocurr& 237;an estos hechos en la zona del levante, hacia el centro del pa& 237;s tomaba proporciones el hervor revolucionario, venciendo resistencias ...
Juan Moreira La vuelta al hogarde Eduardo Gutiérrez ¡Qué conmoción poderosa agitó el corazón de aquel hombre cuando vio las primeras casas de su pueblo Cómo aspiraron sus pulmones aquel aire con ...
Brenda& 160;: 20La hiel del pecadode Eduardo Acevedo Díaz Zelmar Bafil hab& 237;a estado varias veces en la solitaria casa de la ribera, que serv& 237;a de refugio a Cantarela, despu& 233;s de la ...
Grito de gloria& 160;: 10de Eduardo Acevedo Díaz Muy temprano, Luis Mar& 237;a estir& 243; sus miembros, arreglose las ropas y fuese a la orilla del r& 237;o.Hab& 237;a entrado por un sendero estrecho ...
Grito de gloria& 160;: 20de Eduardo Acevedo Díaz Llegaron al campo sin novedad alguna en su trayecto, despu& 233;s de un galope de media legua. All& 237; se informaron de la causa del movimiento ...
Capítulo IV& 160;04Pág. 04 de 21En la carrera- Primera parteFelipe TrigoA pesar de todo, con la Burra hallaba su triste corazón la mayor comunidad de sentimientos. Luis, que en el grado fue su ...
La Primera República Capítulo XI de Benito Pérez Galdós Desorientado anduve algunos días, sin que mis investigaciones me dieran la luz que deseaba. Envuelta en tinieblas permanecía la dama incógnita ...
IntroducciónA MEDIADOS del otoño de 1922, Einstein, acompañado de su esposa, Elsa, se embarca en Marsella con destino al Japón. El viaje, que respondía a una invitación hecha por diversas ...
De Cartago a Sagunto& 160;: 9de Benito Pérez Galdós El rayo corri& 243; por toda la Sala en menos de un segundo, levantando a muchos de sus asientos, y oy& 233;ronse estas voces: & 171;& 161;Nunca ...
La Revolución de Julio Capítulo VIIIde Benito Pérez Galdós 24 de Febrero.- La tempestad que tenemos encima ha lanzado en Zaragoza chispazos que ponen miedo en los corazones. ¿Qué ha sido? ...
Grito de gloria& 160;: 15de Eduardo Acevedo Díaz El hueco de la Cruz, hacia el mediod& 237;a, era un sitio despejado a cuyos flancos culebreaban tortuosas callejuelas orilladas de edificios bajos, ...
Ismael& 160;: 40de Eduardo Acevedo Díaz Camero, como le llamaba Sinforosa, lleva el clar& 237;n a la boca e hincha la pulpa; pero al arrancar al instrumento los terribles sones de la matanza, una bala ...
Ismael& 160;: 13de Eduardo Acevedo Díaz Al rayar el alba, dijo a Ismael:-Hay que trabajar hoy todo el d& 237;a en el campo con el ganado alzado. T& 250; vas a apostarte en la orilla del monte, donde ...
Ismael& 160;: 17de Eduardo Acevedo Díaz A aquella hora not& 225;base en la estancia, recogimiento y soledad. Dos individuos del peonaje acababan de retirarse a un galp& 243;n peque& 241;o, a cuya ...
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