Estado civil - Primera parte. Capítulo III

DIOS Mi madre se arrodillaba todas las noches junto a mi cama. Me hablaba de Dios y no temía hacerlo sensible a mis ojos. Mi alcoba era un lugar sagrado. Aquella mañana se me apareció un hermoso viejo, me estreché contra él como contra mi abuelo. Pero desapareció. Con tranquila arrogancia anuncié a mi madre, que quedó asombrada, que había visto a Dios. Después no lo volví a pensar. La virgen se confundía con la dulzura de mamá y sentía una hostil indiferencia por Jesús, el otro niño. Me gustaba más Cristo, que tenía la barba rubia de un amigo de mi padre. Era inconstante y prefería un santo a otro. Estado civil de Pierre Drieu La Rochelle Primera Parte I - II - III - IV - V - VI - VII Seguda Parte I - II - III - IV Tercera Parte I - II - III - IV

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información