España trágica& 160;: 17de Benito Pérez Galdós La & 250;ltima palabra de la lectura abri& 243; el espacio de un silencio en cuyo seno se agitaban los pareceres, temerosos de manifestarse. Quiso ...
Capítulo XXII& 160;22Pág. 22 de 22InsolaciónEmilia Pardo Bazán Epílogo No entremos en el saloncito de Asís mientras dure el tiroteo de explicaciones (¡cosa más empalagosa ), sino cuando la pareja liba ...
Brisas de primavera La copa encantadade Julia de Asensi Luciano era un niño muy goloso y, lo que es peor, demasiado aficionado al vino. Su madre tenía que echar las llaves a todos los armarios por ...
Luchana& 160;: 7de Benito Pérez Galdós & 171;& 161;Lo que te has perdido -continuaba el buen cl& 233;rigo-. No un d& 237;a, sino dos, se ha retrasado en su marcha el Sr. D. Teobaldo, lo que me ...
Bailén& 160;: 11de Benito Pérez Galdós -Sobrina -dijo el marqu& 233;s-, ya pronto tendremos aqu& 237; las tropas de Casta& 241;os. & 191;Sabes lo que ahora le dec& 237;a al Sr. de Malespina? Pues le ...
Las aventuras de Arthur Gordon Pymde Edgar Allan Poe El bergantín se hizo a la vela, como me había imaginado, a eso de una horadespués de haberme dejado Augustus el reloj. Esto sucedía el 20 de junio ...
IntroducciónCAMINO de Marsella le llegaron a César dos noticias de signo muy distinto. La primera era que Lépido, que permanecía en Roma como pretor con atribuciones especiales, acababa de nombrarle ...
El PríncipedeNicolás MaquiaveloÍndiceCapítulo I – De las varias clases de principados y del modo de adquirirlosCapítulo II – De los principados hereditariosCapítulo III – De los principados ...
Capítulo VII& 160;20Pág. 20 de 21La altísima- Tercera parteFelipe TrigoLas gaviotas rasaban el mar perla tocando apenas las puntas de las olas con las puntas de las alas. Un buque, lejos, tendía su ...
Capítulo XI& 160;11Pág. 11 de 22MarianelaBenito Pérez Galdós El patriarca de Aldeacorba-Ya la están ordeñando -dijo antes de saludarles-. Supongo que todos tomarán leche. ¿Cómo va ese valor, doña ...
IntroducciónAL regresar Carlos V a España apenas se detuvo en Barcelona y se dirigió con toda rapidez a Valladolid para estar junto a la Emperatriz, cuya salud, a pesar de haber mejorado, seguía sie ...
Rosario de sonetos líricosde Miguel de UnamunoNota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.CXIXÁ CLARÍN & 91;1& 93;Dios te guarde bufón de la tragedia, tú que yeldas el llanto ...
CRISI SÉPTIMAde El Criticón: Segunda parte CRISI SÉPTIMAEl hiermo de HipocrindaComponían al hombre todas las demás criaturas tributándole perfecciones, pero deprestado; iban a porfía amontonando ...
El equipaje del Rey José& 160;: 21de Benito Pérez Galdós & 161;Cu& 225;ntos habr& 225; que al leer estas escenas que acabo de referir, las hallar& 225;n excesivamente tr& 225;gicas y tal vez exagerada ...
En la sangre - Capítulo IVde Eugenio Cambaceres Tenía diez años de edad Genaro, cuando, determinando un cambio profundo en su existencia, un acontecimiento imprevisto se produjo. Pidiendo a gritos ...
Grito de gloria& 160;: 15de Eduardo Acevedo Díaz El hueco de la Cruz, hacia el mediod& 237;a, era un sitio despejado a cuyos flancos culebreaban tortuosas callejuelas orilladas de edificios bajos, ...
Huellas literariasCrónicade Luis Bonafoux París, la gran bacante, bañada en Champagne y coronada de rosas, ha llevado de la mano a sus lindas hijas, las demi-mondaines, a manejar airosamente el trapo ...
Ismael& 160;: 40de Eduardo Acevedo Díaz Camero, como le llamaba Sinforosa, lleva el clar& 237;n a la boca e hincha la pulpa; pero al arrancar al instrumento los terribles sones de la matanza, una bala ...
Rojo y negrode Stendhal El Caudal del PobreUn cura virtuoso y no intrigantees la providencia del pueblo.FLEURY.Conviene saber que el párroco de Verrières, anciano de ochentaaños, pero que era deudor ...
Un faccioso más y algunos frailes menos& 160;: 30de Benito Pérez Galdós Era s& 225;bado. Hab& 237;an pasado seis d& 237;as desde el nunca bastante execrado 16 de Julio, y Sola, desesperanzada ya y sin ...
2.266 palabras
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