... debajo de la reja, le dijo: «Pobrecito, tú has salido hoy a pedir limosna. ¿Quieres que te eche dos cuartos? -No vengo a pedir limosna, señora -respondió Juan doblando el pescuezo, como para mirar ...
... has dejado la sotana del Cid Campeador. Damiana, por Dios, carga un rato este becerro. -Cuando los eche al mundo los cargar& 233;... Cartuchos, se& 241;ores, un cartucho por amor de Dios. -& 191 ...
... apoderarme de Celestina Tirado, que charlaba con el sacristán y unas viejas santurronas. Esperé un ratito... le eché la zarpa. Olvidado del respeto que a la santidad del lugar debía, la llevé aparte ...
... os deditos de la declaración. Tuve yo la ridícula idea de coquetear, como antes he dicho, y todo lo eché a perder. Crea usted que la falta de libertad, la horrorosa imposición de mis tíos son la causa ...
... viendo dónde recogerme por ser ya entrada la noche, empecé a afligirme, me recosté contra un árbol y me eché a llorar. Ya estaba yo pesaroso y arrepentido de lo que había hecho, y no sabía si volver ...
... «¡Viejo mamarracho » no pudo salir de mi boca. ¡Tuve miedo, como hay Dios ¡Tuve miedo y eché a correr Es la primera vez que he sentido el pánico en mi vida, como Facundo acosado por el tigre ...
... mi tía sólo había expresado sorpresa. Sentada en la arena me miraba a la cara; pero cuando me eché a llorar se levantó precipitadamente, me agarró del cuello y me llevó a la casa. Lo primero que hizo ...
... mujer sublime, la mujer grande, Camililla. Mereces ser puesta en los altares; mereces que se te eche incienso, que los hombres se den golpes de pecho delante de ti, borrica del Cielo, con toda el alma ...
... evidente expresión de orgullo). Y en lo de saber practicar la caridad con prudencia y tino, tampoco creo que me eche el pie adelante persona alguna... No consiste, no, la caridad en dar sin ton ni son ...
... juntar matras, carona, bastos, pellón, sobrepuesto y pegual. Ajustado el todo con la cincha, me eché el bulto al hombro volviendo a mi cuarto, donde agregué mis nuevos haberes al poncho, las botas ...
... , reconoci& 233;ndome inferior a usted -dije-, le autorizo para que me abrume a preguntas, si gusta, y aun para que me eche en cara mi ligereza.-Ese hombre... -prosigui& 243; el franc& 233;s-. Perdone ...
... m& 225;s alta que otra, & 191;ha de rendirse a cuatro troneras hambrones? & 191;C& 243;mo puede ser eso? Eche Vd. a los moros, descubra y conquiste Vd. toda la Am& 233;rica, invente usted las m& 225;s ...
... ahora que os le han montado en las narices, ya le acatáis y le hacéis el rendibú, lamiéndole la mano para que os eche migajas... ¡Ah, perros lambiones, gorrones y servilones Antes era el Serenísimo ...
... se mama ella el dedo... ¡Buenas cosas pensará a estas horas de mí Me precipité a mi cuarto, me eché en la cama, me puse de cara a la pared, y aunque al pronto volví a amodorrarme, hacia las tres ...
... segundos de haberla concebido. Recuerdo que me eché a la cabeza las manos, para ahogar aquel ... papelitos... Saqué uñas para uñas, y nos peleamos; yo la eché contra la pared, y ella...
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... ha metido de repente una idea, un bulto, un mundo... no s& 233; c& 243;mo dec& 237;rtelo; y mientras no eche de m& 237; esa idea, esa pasi& 243;n o lo que fuere, mi existencia est& 225; interrumpida ...
... Ignacia tuviese conocimiento de mi paseo con la Socobio, por soplo de algún paseante que me hubiera visto, eché por la calle de en medio, y se lo conté yo con franqueza relativamente honrada. Claro ...
... cuatro loas y papeles de barba, que los acomodaba bien con mi voz. Yo puse cuidado en todo y eché la primera loa en el lugar. Era de una nave, de lo que son todas, que venía destrozada y sin provisión ...
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