Marianela (Versión para imprimir)

Esta es la versión para imprimir de Marianela. Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y los elementos de navegación. Pulsando antes en Refrescar esta página te asegurarás que dispones de la última versión del libro, antes de imprimirlo. Capítulo I 01 Pág. 01 de 22 Marianela Benito Pérez Galdós Perdido Se puso el sol. Tras el breve crepúsculo vino tranquila y oscura la noche, en cuyo negro seno murieron poco a poco los últimos rumores de la tierra soñolienta, y el viajero siguió adelante en su camino, apresurando su paso a medida que avanzaba la noche. Iba por angosta vereda, de esas que sobre el césped traza el constante pisar de hombres y brutos, y subía sin cansancio por un cerro en cuyas vertientes se alzaban pintorescos grupos de guinderos, hayas y robles. (Ya se ve que estamos en el Norte de España.) Era un hombre de mediana edad,...

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