Poema:Ya que se ha llegado el día...

Ya que se ha llegado el día, gran rey, de tus alabanzas, de la humilde musa mía escucha, entre las que alcanzas, las llorosas que te envía; que, puesto que ya caminas pisando las perlas finas de las aulas soberanas, tal vez palabras humanas oyen orejas divinas. ¿Por dónde comenzaré a exagerar tus blasones, después que te llamaré padre de las religiones y defensor de la fe? Sin duda habré de llamarte nuevo y pacífico Marte, pues en sosiego venciste lo más en cuanto quisiste, y es mucha la menor parte. Tembló el cita en el oriente, el bárbaro al mediodía, el luterano al poniente, y en la tierra siempre fría temió la indómita gente; Arauco vio tus banderas vencedoras, y las fieras ondas del sangriento Egeo te dieron como en trofeo las otomanas banderas. Las virtudes en su punto en tu pecho se hallaron, y el poder y el saber junto, y jamás no te dejaron, aun casi el cuerpo difunto; y lo que más tu valor sube al extremo mayor es que fuiste, cual se advierte, bueno...

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