Poema:A los éxtasis de Teresa de Jesús

Virgen fecunda, madre venturosa, cuyos hijos, criados a tus pechos, sobre sus fuerzas la virtud alzando, pisan ahora los dorados techos de la dulce región maravillosa que está la gloria de su Dios mostrando: tú, que ganaste obrando un nombre en todo el mundo y un grado sin segundo, ahora estés ante tu Dios postrada, en rogar por tus hijos ocupada, o en cosas dignas de tu intento santo, oye mi voz cansada y esfuerza, ¡oh madre!, el desmayado canto. Luego que de la cuna y las mantillas sacó Dios tu niñez, diste señales que Dios para ser suya te guardaba, mostrando los impulsos celestiales en ti, con ordinarias maravillas, que a tu edad tu deseo aventajaba; y si se descuidaba de lo que hacer debía, tal vez luego volvía mejorado, mostrando codicioso que el haber parecido perezoso era un volver atrás para dar salto, con curso más brïoso, desde la tierra al cielo, que es más alto. Creciste, y fue creciendo en ti la gana de obrar en proporción de los favores con que te...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información