Introducción (Huevos, pastas, salsas)

A lo largo de la milenaria historia del hombre muy poco han variado, en lo esencial, los alimentos corrientes. Plantas, animales y peces han sustentado su vida desde siempre. El antropoidé, el hombre primitivo, nada sabían de los principios de la nutrición humana. Pero un instinto seguro, una capacidad de adaptación prodigiosa (el hombre es el único animal verdaderamente omnívoro), y una constante asimilación de anteriores experiencias, le enseñaron a seleccionar en la naturaleza todos aquellos alimentos que le eran necesarios para formar y sostener su cuerpo. Cada región del planeta poseía sus propias variedades de animales y plantas, y al principio el hombre vivía estrictamente de su entorno, un entorno que sólo podía ampliar moviéndose constantemente hacia horizontes más propicios. Pero cuando se hizo agricultor, cuando demesticó a una serie de animales, seleccionó en la naturaleza aquellas plantas y razas que mejor se adaptaban al consumo humano. Y...

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