El pasaporte amarillo: 04
Capítulo IV 04
Pág. 04 de 10
El pasaporte amarillo
Joaquín Dicenta
El jefe policíaco de la ciudad fué relevado y sustituído por Iván Petroviteh, hombre de cuarenta años, pequeño y huesudo. Tenía la mandíbula inferior prominente, carnosos los labios y apagado el mirar. A veces, sus ojos mates brillaban con fulgores de incendio. Si esto ocurría, notábanse en las manos de Iván crispaciones de garra.
Venía precedido de una fama cruel. Se le calificaba, hasta por sus compañeros de profesión, de inabordable e impiadoso. De lo último había dado pruebas concluyentes en todos los sitios donde ejerció cargos oficiales. Respecto a lo primero, malas lenguas aseguraban que no era insensible a los fajos de billetes bancarios, y que lo era menos a los halagos y favores de cualquier buena moza.
Dispuso el gobierno su traslado a la capital universitaria por andar revueltos los estudiantes y temerse que algunos, en connivencia con los revolucionarios, esparcidos...
Está viendo el 14% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas