... perro a refugiarse en la mesa de escribir; pero allá va también la vara, con la cual parte Merto la salvadera, creyendo partir a Adonis, que, a su vez, tumba el tintero, que se despedaza en el suelo ...
... fin, remedios contra lombrices.-Pero dice este licenciado zaragata que son de polvos de salvadera. -Miserimini mundanorum, digo yo a eso, y que cada cual mire por su honra, que la mía bien guardada ...
... . A ratos se encerraba en su despacho y ensayaba a toda voz desde el sillón de su mesa, con la salvadera en la mano, los párrafos culminantes de su discurso. Le salía tal cual; pero le costaba ...
... porque las vistas era una torrecilla llena de rendijas toda, y una pared con deshilados, que ya parecía salvadera y ya pomo de olor. Estaban todos los agujeros poblados de brújulas; allí se veía ...
... yo, andando esos usagres de bolsas por las calles? No digo yo hecho jigote en redoma, sino hecho polvos en salvadera quiero estar antes que verlos hechos dueños de todo.-Señor nigromántico -repliqué ...
... roncos bramidos, mientras se incorporaba derribando el sillón, y se hacía pedazos en el suelo una salvadera de vidrio- ¡Y eso me lo vienes a decir a mi casa, cuando te brindo en ella con la paz ...
... & 241;uelos y en espolvorearles az& 250;car con un cacharrillo de lata, agujereado cual salvadera. La misma mujer de los parches era quien vend& 237;a, cuando alguien compraba, ensartando las docenas ...
... calzado de Soldevilla, y derramó por toda la Península, como se esparce sobre el papel la arenilla de una salvadera, diferentes artículos de comercio. En otra temporada corrió chocolates, pañuelos ...
... le dijeron un día de hidalguía allá fuera. Y así, tenía una caja de hierro, toda agujerada como salvadera, abríala y metía un pedazo de tocino en ella que la llenase y tornábala a cerrar y metíala ...
... que ves, y la boca, era de puro negra un tintero y a puros polvos se ha hecho salvadera. La cera de los oídos se ha pasado a los labios y cada uno es una candelilla. ¿Las manos, pues? Lo que parece ...
... & 241;uelos y en espolvorearles az& 250;car con un cacharrillo de lata, agujereado cual salvadera. La misma mujer de los parches era quien vend& 237;a, cuando alguien compraba, ensartando las docenas ...
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