(No la amante, el amor…)IRecuerdos de la noche, los ausentesque vuelven despojados de su luto,haber vivido y muerto, flor y fruto,asoman por lo oscuro de las frentes.No fluye su pasado por las ...
... fiso quien le mandó vestir lana. ¡Valme Santa María mis manos aprieto; ¿quién dio a blanca rosa hábito, velo prieto? Más valdríe a la fermosa tener fijos e nieto, que atal velo prieto ...
... clásico de México, nació de la inesperada enfermedad que acometió a la Madre del Convento de Santa Rosa de Puebla, en el siglo XVIII, las vísperas de que el señor Arzobispo fuera invitado a comer ...
... varones,& 160;& 160;& 160;& 160;quedando alegre cada cual y ufanocon un puño de perlas y una rosa,estimando el premio sobre humano.& 160;& 160;& 160;& 160;Y porque fuese mas maravillosala fiesta ...
... elevábase una espiral enorme de humo blanco, que con el reflejo del incendió tomaba transparencias de rosa.Había cambiado el tiempo; la noche era tranquila, no soplaba ninguna brisa, y el azul ...
... ; inquietud, rupturas, nuevos caminos… - VIII. La época azul - IX. El «Bateau-Lavoir» y la época rosa - X. La gran aventura del cubismo - XI. Guerra, posguerra y amor - XII. Fiebre creadora ...
... quería entregarse a hombre alguno, sino reservarse para mejor consagrarse a los hijos de Rosa.–Pero lo de su cuñado lo encuentro muy natural –arguyó el buen padre de almas.–Es que no se trata ...
... ;a, y con sin igual ingenio explotaba la rica hacienda heredada de Morat& 237;n. Mart& 237;nez de la Rosa trabajaba oscuramente en Granada. Gallego estaba a la saz& 243;n en Sevilla; Gil y Z& 225;rate ...
... el dibujo y forma, con atmósferas y temas fantásticos y misteriosos. Entre sus obras destacan: La mujer con la rosa (1936), Cortesanas (1943), Esqueletos (1939-1944), Las manos (1941), Jardín nocturno ...
... desto os mandamos que no seáis atrevidas las pecadoras chabacanas y badeas a vestir leonado, rosa seca ni calzar media naranjada, traer apretador de oro ni alumbrarse con vela, sino como cotorreras ...
... ; inquietud, rupturas, nuevos caminos… - VIII. La época azul - IX. El «Bateau-Lavoir» y la época rosa - X. La gran aventura del cubismo - XI. Guerra, posguerra y amor - XII. Fiebre creadora ...
... acabo de salir».Los únicos miembros de la familia que habían quedado atrás eran sus cuatro hermanas: Rosa, Dolfi, Marie y Paula. Sabiendo que le sería imposible mantenerlas en Inglaterra, no había ...
... ocasiones (cuatro óleos y algunas acuarelas) a este muchacho italiano, de nombre Michelangelo de Rosa. Lo hace en distintas posturas y desde perspectivas variadas.En la composiciónfinal de este cuadro ...
... Diana entró sin perder tiempo.Era un apartamento pequeño: dormitorio, baño y cocinilla, con muebles en tonos rosa y blanco, y un espeso humo de toda una semana. Elaine Russel en persona había abierto ...
... la imaginación, salida apenas del horizonte de la pubertad, lo ve todo de color de rosa. Entonces nos casaríamos todos los hombres si fuéramos dueños de nuestra voluntad y de algunos maravedís ...
... con timón y cortesíadonde cantar cómo los bucles de oroson cómplices del pájaro y la rosa,porque eso, al fin, a nada comprometey siempre suena bien y hace bonito.Pero es vano, amigos, nos cortaronla ...
... titiritero aquel del fonógrafo -dijo Manuel-vino conuna mujer que se llamaba Rosa? Yo fui a buscarle a usted para ver si erala que usted decía.-No. Esta que yo buscaba ha muerto.-¿Entonces el asunto ...
... , aterrado‑. ¿Qué piensas contarles? Oye, querido... ¡Eres un majadero ‑Estás hecho una rosa de primavera... ¡Si vieras lo bien que esto te sienta ¡Un Romeo de tan aventajada estatura ...
... a los billetes. Entonces mi hermana los envolvió en un trozo de papel y los puso bajo unas hojas secas de rosa, en una tetera de adorno que había en lo alto de un armario y en la sala de la casa ...
... , coloreadas sus mejillas por el dulce calor de la ilusi& 243;n -& 161;extra& 241;a rosa que se abr& 237;a entre el fuego del incendio - estaba cerca de la cabecera, con los ojos en su amado. La madre ...
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