Zumalacárregui : 6

Zumalacárregui : 6 de Benito Pérez Galdós A media noche, los urbanos que aún vivían, no pudiendo resistir más el calor que les abrasaba, medio locos de furia, de hambre y de sed, dejaron de hacer fuego. Lentamente descendieron por las escalas, tiznados, los ojos enrojecidos, manos y pies como carbón. Al llegar al suelo apenas podían tenerse en pie. «Vamos, hombres -les dijeron-, por zoquetes os pasa esto. Ved aquí lo que habéis adelantado con vuestra terquedad. -Que... ¡re-contra! ¿Nos van a fusilar? -preguntó el más significado de ellos. -Naturalmente -replicó el capitán, con toda la naturalidad del mundo en la entonación de la palabra -. Pues ¿qué queríais?... Vaya, que os traigan un trago de vino. -Chiquio -dijo uno, que era de Borja-, nos mandan al pocico. -Qué... ¿te pena? -Miá que yo...». Aterrado se alejó Fago, y no sabía cómo dar la tremenda...

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