Zalacaín: 23

Zalacaín el aventurero Libro Segundo: Andanzas y correrías Capítulo XIII de Pío Baroja CÓMO LLEGARON A LOGROÑO Y LO QUE LES OCURRIÓ Hicieron entrar a todos en el cuerpo de guardia, en donde, tendidos en camastros, dormían unos cuantos soldados, y otros se calentaban al calor de un gran brasero. Martín fué tratado con mucha consideración por su uniforme. Rogó al oficial le dejara estar a Catalina a su lado. — ¿Es la señora de usted? — Sí, es mi mujer. El oficial accedió y pasó a los dos a un cuarto destartalado que servía para los oficiales. La superiora, Bautista y el demandadero, no merecieron las mismas atenciones y quedaron en el cuartelillo. Un sargento viejo, andaluz, se amarteló con la superiora y comenzó a echaría piropos de los clásicos; la dijo que tenía "loz ojoz" como "doz luceroz" y que se parecía a la Virgen de "Conzolación" de Utrera, y le contó otra porción de cosas del repertorio de los almanaques. A Bautista le dieron tal risa...

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