XV. La Escuela de Cajal

Introducción

HASTA que el Estado creó y subvencionó el Laboratorio de Investigaciones Biológicas, Cajal no pudo hacer realidad su idea de fundar una verdadera escuela de histólogos. Se había pasado catorce años trabajando en solitario, creando una obra que produce vértigo por su extensión y variedad. Su libro Reglas y consejos sobre la investigación científica fue ya un intento de fomentar el entusiasmo por la ciencia. Con ejemplos sencillos y consejos experimentados pretendía despertar en el lector las virtudes del investigador, al tiempo que alentaba tanto al que se sentía con fuerzas para iniciar el camino en «el duro banco del análisis» como al que carecía de fe.

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