XII. El Descubrimiento de América

Introducción

POSEÍA Isabel una cualidad maravillosa, que también tenía Fernando: sabía concentrar su atención en los más diversos asuntos, otorgando a cada uno la importancia que le correspondía. Retrocedamos un poco. La conquista de Granada era el deseo más caro de Isabel, en el que ponía todo el fuego de sus ilusiones y toda la osadía y fanatismo de sus esperanzas. Pero esto no le impidió escuchar los proyectos de un oscuro viajero que había llegado al sur en compañía de su hijo sin un céntimo: Cristóbal Colón, un hombre irascible, visionario y que parecía poseer una amplia experiencia.

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