XI. La NASA

Von Braun fue de hecho un buen profeta, pero, además, se ajustaba a la realidad para hacer sus predicciones, puesto que el «Sputnik 2» llevaba en su interior la famosa perra «Laika». Este nombre será recordado siempre, ya que se trató del primer pasajero espacial. Se la envió al espacio con una serie de instrumentos de registro automático adaptados al cuerpo, para poder estudiar sus reacciones, en vistas al lanzamiento de tripulantes humanos. Pero en aquellos días aún no se había resuelto el problema de la entrada en la atmósfera terrestre, es decir, no se había encontrado la forma de hacer bajar un satélite sin que se quemara por fricción contra las partículas de aire. La perra «Laika» vivió durante algún tiempo, pero había muerto mucho antes de que el «Sputnik 2» se destruyera en su caída, 162 días después de su lanzamiento.