XI. El Precursor Masetti

Introducción

EN el aeropuerto de Rancho Boyeros, el hijo pródigo del régimen cubano fue recibido por la plana mayor gubernamental: Fidel Castro, el presidente Dorticós, Carlos Rafael Rodríguez, Emilio Aragonés, etcétera, etcétera. Sin embargo, nadie dispuso las más finas vestiduras para el recién llegado ni ordenó poner en el asador la res mejor cebada. Se cumplió con el protocolo, pero no hubo pompa. Entre los íntimos, esperaban al «Che» su esposa (cuyo talle deforme revelaba un embarazo muy avanzado) y Gustavo Roca. Estos pudieron únicamente saludar al viajero desde lejos, ya que Fidel, sin dar apenas lugar a que hablase con nadie, secuestró materialmente a Guevara en la misma portezuela del avión y le hizo entrar en su automóvil. A los periodistas ansiosos de reportaje, les despidió con un breve: «Ya habrá tiempo para declaraciones.»

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