VIII. Regreso a Madrid

Introducción

A su llegada a Madrid, después de un largo y penoso viaje, de haber dejado en París a los amigos, los recuerdos y también sus bienes personales, por estar prohibido a los extranjeros que cruzan la frontera en aquella época llevar más de un maletín con la documentación y prendas de vestir necesarias (Falla había agregado al equipaje las partituras de sus tres obras), su familia le está esperando en la estación, intranquila por el retraso del tren. Una vez en la capital de España, Manuel de Falla se instala, junto con sus padres, en la calle de Lagasca, en el número 119.

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