VII. Preludios de Guerra

Introducción

¿PERO dónde estaba la voluntad de resistencia? En todo caso, no en la mayor parte de los británicos que seguían creyendo que la paz podía ser preservada. La propaganda nazi se superponía perfectamente a la propaganda pacifista. Había muchas gentes que decían que, después de todo, Hitler no había hecho otra cosa que unir a dos naciones germánicas bajo el mismo gobierno: dos naciones que tenían igual idioma, dos naciones hermanas como hoy se diría. Su entrada triunfal en Viena no dejó de impresionar a los que defendían el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos; en todo caso, y para calmar sus escrúpulos, Hitler estaba organizando en Austria, a su manera, un plebiscito que daría el noventa y nueve por ciento de los votos en favor del «anschluss».

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