Vida del pícaro Guzmán de Alfarache: 28

Capítulo IV Guzmán de Alfarache refiere lo que un arriero le contó que le había pasado a la ventera de donde había salido aquel día, y una plática que le hicieron 28 Pág. 28 de 34 Vida del pícaro Guzmán de Alfarache none Confuso y pensativo estaba, recostado en el suelo sobre el brazo, cuando acertó a pasar un arriero que llevaba la recua de vacío a cargarla de vino en la villa de Cazalla de la Sierra. Viéndome de aquella manera, muchacho, solo, afligido, mi persona bien tratada, comenzó -a lo que entonces dél creí- a condolerse de mi trabajo, y preguntándome qué tenía, le dije lo que me había pasado en la venta. Apenas lo acabé de contar, cuando le dio tan estraña gana de reír, que me dejó casi corrido, y el rostro, que antes tenía de color difunto, se me encendió con ira en contra dél. Mas como no estaba en mi muladar y me hallé desarmado en un desierto, reportéme, por no poder cantar como quisiera; que es discreción saber disimular...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información