Viaje del Parnaso: 30

Capítulo VI Pág. 30 de 47 Viaje del Parnaso Miguel de Cervantes     De una de tres causas los ensueños se causan, o los sueños, que este nombre les dan los que del bien hablar son dueños:     primera, de las cosas de que el hombre trata mas de ordinario; la segunda, quiere la medicina que se nombre,     del humor que en nosotros mas abunda; toca en revelaciones la tercera, que en nuestro bien mas que las dos redunda.     Dormi, y soñe, y el sueño la tercera causa le dio principio suficiente a mezclar el ahito y la dentera.     Sueña el enfermo, a quien la fiebre ardiente abrasa las entrañas, que en la boca tiene de las que ha visto alguna fuente,     y el labio al fugitiuo cristal toca, y el dormido consuelo imaginado crece el deseo, y no la sed apoca.     Pelea el valentissimo soldado, dormido casi al modo que...

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