Viaje del Parnaso: 28

15/02/2009 1.191 Palabras

Capítulo V Pág. 28 de 47 Viaje del Parnaso Miguel de Cervantes     ¡O raro caso y por jamas oydo ni visto! ¡o nuevas y admirables traças de la gran reina obedecida en Nido!.     En un instante el mar de calabaças se vio cuajado, algunas tan potentes, que pasavan de dos y aun de tres braças.     Tambien hinchados odres y valientes, sin deshazer del mar la blanca espuma, nadavan de mil talles diferentes.     Esta trasmutación fue hecha, en suma, por Venus de los languidos poetas, porque Neptuno hundirlos no presuma;     el qual le pidio a Febo sus saetas, cuya arma arrojadiza desde aparte a Venus defraudara de sus tretas.     Negoselas Apolo, y veis do parte enojado el vejon, con su tridente pensandolos passar de parte a parte.     Mas este se resbala, aquel no siente la herida, y dando esguinze se desliza, y el queda...

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