Viaje al centro de la Tierra: Capítulo 5

Viaje al centro de la Tierra Capítulo 5 de Julio Verne Apenas me dio tiempo de dejar otra vez sobre la mesa el malhallado documento. El profesor Lidenbrock parecía en extremo preocupado. Su pensamiento dominante no le abandonaba un momento. Había evidentemente escudriñado y analizado el asunto poniendo en juego, durante su paseo, todos los recursos de su imaginación, y volvía dispuesto a ensayar alguna combinación nueva. En efecto, se acomodó en su butaca, y. con la pluma en la mano, empezó a escribir ciertas fórmulas que recordaban los cálculos algebraicos. Yo seguía con la mirada su mano temblorosa, sin perder ni uno solo de sus movimientos. ¿Qué resultado imprevisto iba a producirse de pronto? Me estremecía sin razón, porque una vez encontrada la verdadera, la única combinación, todas las investigaciones debían forzosamente resultar infructuosas. Trabajó durante tres horas largas sin hablar, sin levantar la cabeza, borrando, volviendo a escribir, raspando,...

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