Viaje al centro de la Tierra: Capítulo 41

Viaje al centro de la Tierra Capítulo 41 de Julio Verne El siguiente, jueves 27 de agosto, fue una fecha célebre de aquel viaje subterráneo. No puedo acordarme de ello sin que el espanto haga aún palpitar mi corazón. A partir de aquel momento, nuestra razón, nuestro juicio y nuestro ingenio dejaron de tener participación alguna en los acontecimientos, convirtiéndonos en meros juguetes de los fenómenos de la tierra. A las seis, ya estábamos de pie. Se aproximaba el momento de abrirnos paso a través de la corteza terrestre, por medio de una explosión. Solicité para mí el honor de dar fuego a la mina. Una vez hecho esto, debería reunirme a mis compañeros sobre la balsa que no había sido descargada, y en seguida nos alejaríamos, con el fin de substraemos a los peligros de la explosión, cuyos efectos podrán no limitarse al interior del macizo. La mecha, según nuestros cálculos, debía tardar diez minutos en comunicar el fuego a la mina. Tenía, pues, tiempo...

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