VI. Gilles de Rais

Introducción

AQUÍ es inevitable echar un vistazo a la trayectoria humana de ese gran mariscal de Francia. Por un error de perspectiva, los estudiosos del caso tienden a olvidar que toda la tenacidad de Juana se habría perdido si no hubiera contado con hombres de armas especialmente sanguinarios. No bastaba un estandarte para rendir ciudades. Por tanto, conviene dirigir una mirada certera al reverso de esta historia conmovedoramente humana. Porque en el reverso de la gesta de Juana de Arco había hombres brutales, que nada tenían de santos. Nadie más alejado de Juana que Gilles de Rais. Ella fue educada en la pureza. El, en cambio, en el crimen… Estremece pensar que ella difícilmente habría podido llegar a Reims, sin la ayuda de ese hombre y su poderosa familia.

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