VI. El Siglo de las Luces

La formación de un autodidacta

Atendía cuidadosamente su trabajo en el catastro general. El tiempo libre lo dedicaba nuevamente a la lectura. De la aritmética y la geometría pasaba a la pintura; del estudio de las plantas a su antigua afición a la música. Su vida transcurría en un grato sosiego, entre el trabajo y la instrucción. Sin embargo, Europa no estaba igualmente tranquila. El paso de algunas columnas del ejército francés, que se dirigían hacia el Milanesado, despertaron por primera vez en Jean-Jacques el interés por los asuntos públicos. El emperador Carlos VI y el rey de Francia, Luis XV, acababan de declararse la guerra con motivo de la disputa por el trono de Polonia entre Augusto III de Sajonia y Estanislao Loezinski, suegro del rey de Francia. Inmediatamente, Jean-Jacques se hizo partidario de la causa francesa. No podía explicarse bien esta predisposición, sino era por la admiración creciente que sentía por la literatura de Francia.

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