Vergara : 8

Vergara Capítulo VIII de Benito Pérez Galdós De Pilar de Loaysa a D. Fernando Madrid, Enero de 1838. Hijo mío, niño, sí, sí, cuando pasen los fríos... Pero estos fríos, ¿qué hacen que no pasan? Por mí no los temo, a pesar de mi delicada salud; pero me han fijado ese plazo, y es forzoso que yo me someta a la voluntad de quien puede y debe dirigirme... Ya han pasado los Santos Reyes, tan guapos con sus trajes de púrpura, su lucido séquito, sus camellos arroganes... Ahora estoy esperando al venerable San Antón, con la barba hasta la cintura, su tosco sayal, y el cerdito tan mono; le oigo ya los pasos... Tras él, muy cerquita, viene San Sebastián, y poco falta ya para estar a las puertas de febrerillo loco. Pronto, niño mío, sí, prontito... ¡qué gusto! ¡Ay, ay, cuánto he llorado con tu última carta! Tu anhelo de justicia, tu sublime rasgo de caridad, salvando al enemigo injustamente condenado, te enaltece a mis ojos; me siento orgullosa de ti. Ríanse...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información