Vergara : 20
Vergara Capítulo XX
de Benito Pérez Galdós
Lo primero que hizo Echaide, después de albergar sus caballerías, rompiendo como pudo por entre la militar turbamulta, fue dirigirse a cumplir sus devociones de costumbre ante el célebre Cristo de Montáñez4 que se venera en la iglesia parroquial de San Pedro de Ariznoa. Largo rato estuvo allí en compañía de Quilino (a quien ya más comúnmente llamaban Patarrastrando), y cuando acabaron de rezar ante la imagen con extraordinaria edificación, en la misma nave obscura del templo le dio las instrucciones que creía pertinentes.
«Patarrastrando, hijo mío, tú te vas al parador, y allí te estás como un santico hasta la hora de la cena. Échate a dormir si te parece; no hables con nadie, que aquí, motivado a estar el Rey, hay soplones y mequetrefes de la policía. No te fíes de nadie, ni aunque sea sacerdote, o, pongo por caso, canónigo. Te duermes; después que cenemos te diré a dónde tienes que ir, con respeto, hijo,...
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