Vencida por el ángel

YO cerraba los ojos; yo apretaba los puños;yo blindaba mi pecho con metales helados;yo sorbía a raudales la alegría y el fuegopara escapar, bravía, al acoso del Ángel. El Ángel era suave, silencioso y terrible.Llevaba una ancha copa de licores amargos,y en su pálida frente se leía imborrablela palabra tremenda. He luchado con él. He luchado: he reídosobre todas las flores de los mayos ingenuos;cabalgando las nubes; fabricándome estrellas;derramando canciones. Me he apoyado en mis huesos; me he afirmado en mi sangreHe caído en la sima de los besos sin límite.He crujido en el trance de los duros abrazos.He gritado el triunfo de mi carne aumentadaen la carne del hijo. Me he proclamado limpia contra el asco y la ruina.Me he declarado libre contra el tedio y la duda.Me he creído excluida, separada, intocable. Pero el Ángel llegaba. A pesar de mis puños,de mis ojos cerrados, de mis labios tenaces,con su vuelo impasible, con su copa colmada,me ha tocado; me ha roto la...

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