Veinte años después: XXXV La absolución

Veinte años después: Capítulo XXXV. La absolución de Alejandro Dumas Diremos lo que había sucedido. Hemos visto que el fraile se prestó casi a la fuerza a desempeñar su ministerio cerca del herido; si hubiera visto probabilidad de huir, quizá lo hubiese hecho; pero las amenazas del conde y de su amigo y el haber creído que los criados se quedaban en la posada, obligarónle a desempeñar impávido su papel de confesor, y entrando en el dormitorio se acercó a la cabecera de la cama. Examinó el verdugo el rostro del que debía de prestarle los últimos auxilios con esa mirada peculiar a los que están cercanos a la muerte y no tienen tiempo que perder; hizo un movimiento de sorpresa y dijo: ––Sois muy joven, padre mío. ––Los que visten mi traje no tienen edad ––contestó secamente el fraile. ––Habladme con más dulzura, padre; necesito un amigo en mis postreros momentos. ––¿Padecéis mucho? ––preguntó el fraile. ––Sí; pero más del alma que...

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