Veinte años después: XXIV San Dionisio

Veinte años después: Capítulo XXIV.San Dionisio de Alejandro Dumas Apenas era de día cuando Athos se levantó y llamó para que le vistieran. Fácil era comprender por su extraordinaria palidez y por las huellas que deja el insomnio en todo semblante, que había pasado en vela la mayor parte de la noche. Aquel hombre tan firme y decidido, tenía contra su costumbre un aire de lentitud e indecisión en toda su persona. La razón era que estaba disponiendo lo necesario para el viaje de Raúl, y que deseaba ganar tiempo. Limpió con sus propias manos una espada que sacó de un estuche de cuero perfumado, examinó su guarnición y cercioróse de que estaba bien montada. Hecho esto, metió en el fondo de la maleta destinada al joven un saquito lleno de luises, llamó al lacayo que había traído de Blois, cuyo nombre era Olivain, y le ordenó que arreglase el porta-capas en su presencia, cuidando de que no se olvidase ninguno de los objetos necesarios a un joven que va a entrar en...

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